10 hábitos de una vida activa

Ya conoces los síntomas: te sientes cansado, perezoso, cualquier cosa te saca de quicio. Todas hemos pasado alguna vez por esto –quizás incluso con más frecuencia de la que nos gustaría admitir- e intentar salir de este estado de ánimo puede resultar casi imposible. Pero se puede escapar de ese malestar inconcreto, basta con seguir unos sencillos pasos. En MQS te aconsejamos 10 hábitos para una vida activa y en plenitud.

1. Presta atención a lo que comes

Hoy en día vivimos demasiado rápido. Es fácil pillarnos engullendo apresuradamente una hamburguesa con patatas fritas y, lo que es peor, delante de nuestra mesa de trabajo. Pero, si reduces un poco tu velocidad, te darás cuenta que aliñar un plato de verduras, tomate y aguacate con unas gotas de aceite de oliva sólo te llevará unos minutos, ¡como mucho! ¡Pruébalo! Te sentirás con mucha más energía y dejarás de notar la pesadez y el cansancio propios de una comida rápida y poco saludable.

2. Ser consciente de lo que se come

Para poder alimentarse conscientemente hay que saber y tener en cuenta también cosas como que el pescado presenta mínimas trazas de mercurio y las verduras restos de pesticidas. Pero ser consciente de ello no significa dejar de tomarlas o complicarse la vida inflando el presupuesto en una tienda gourmet o ecológica. Simplemente se trata de informarse de qué es lo que se está comprando para comer y hacérselo saber a quién te lo vende.

3. Prioriza el origen local

Esto implica que no te impide poder disfrutar de un queso italiano o de cualquier otra cosa que te guste y que viene “de fuera”. Se trata simplemente de enterarse de qué alimentos se producen en tu zona y buscarlos activamente a la hora de la compra. No se trata de seguir la nueva moda de que “lo local” es lo más “bonito” sino simplemente conocer que las frutas y verduras saben mejor cuanto menor es la distancia que tienen que recorrer hasta el consumidor. Y es que cuanto más largo sea el trayecto recorrido, menor valor nutricional tendrá para el consumidor y mayor será también la pérdida de sabor del producto.

4. Haz caso de lo que te diga tu cuerpo

Plantearse preguntas tan simples como “qué es exactamente lo que he comido hoy” o “cuánto tiempo he estado delante de una pantalla hoy” te puede ayudar a detectar hábitos poco saludables para ti y tu cuerpo e indicarte a seguir unas determinadas pautas de comportamiento mucho más saludables.

5. Pon por escrito lo que piensas

La vida puede acabar como una de esas ruedas sin fin que les ponen a los hámsteres en sus jaulas. Al final se termina en un círculo vicioso de “trabajo-estrés-dormir-trabajo” en el que terminas atrapado poco a poco y sin darte cuenta. Puedes recobrar el control si plasmas por escrito tus reflexiones sobre el día a día antes de apagar la luz. Cuando te despiertes por la mañana, échale un vistazo a lo que escribiste el día anterior y sopesa la posibilidad de introducir cambios pequeños pero realistas y efectivos en tu rutina.

6. Quédate en el presente

Eckhart Tolle señaló en su día que si se padecen de sentimientos de culpabilidad, remordimiento o temor significa que se estaba viviendo demasiado en el pasado. Vivir el presente es reconocer que se vive en la única realidad sobre la que ejercemos un control y te apartará de sentimientos negativos, lo que también liberará espacio en tu mente para centrarte en nuevas y positivas experiencias.

7. Alcohol sí, pero conscientemente

Es importante ser consciente de todo lo que aportamos al cuerpo además de las comidas. Eso incluye todas esas cañas, copas o bebidas en general tomadas a lo largo del día. Procura que la bebida que tomes tenga también algún beneficio. Por ejemplo… ¿sientes a la tarde que te fallan las fuerzas y no puedes seguir sin una buena “dosis” de cafeína? Lo fácil es recurrir  a un café aunque, como alternativa, puedes probar algo nuevo que te aporte nutrientes sanos como un delicioso batido de frutas. ¡Haz la prueba!

8. Procura seguir una dieta más “verde”

Tampoco es necesario que te pases al otro extremo y te vuelvas vegano. Simplemente se trata de añadir siempre algo de verdura o legumbres a cada comida y cena ya que, además de aportarte nutrientes y fibra, también sacian más y evitan los atracos innecesarios a tu nevera.

9. Repensar muchas ideas preestablecidas

Redefine tu idea de comida preparada y en vez de una lata de algo o de una bolsa o paquete en el congelador, defínetelo como un zumo 100% natural que tienes a mano en el frigorífico o te llevas al trabajo. Tener una vida más activa pasa muchas veces por redefinir esas ideas que teníamos establecidas.

10. Entender y ser conscientes de nuestros objetivos

Un  pequeño secreto para alcanzar la felicidad: hablar de metas no es igual a hablar de alcanzarlas a toda costa. Se trata de reconocer que estás esforzándote en alcanzar una meta determinada y que, además, estas satisfecho con ello. De eso trata, en el fondo, tener una vida activa: de disfrutarla en cada momento y circunstancia sin que te martirice.

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