13 cosas que hacer en verano antes de que acabe
Antes de que llegue septiembre y darnos cuenta de que lo mejor del año ha pasado, queremos que aproveches y hagas esas cosas que siempre has querido antes de que acabe.
Queremos ayudarte a hacer una lista de cosas para hacer durante el verano y sacarle el máximo partido… y así no tener que arrepentirte en septiembre de todas las cosas que podrías haber hecho pero al final no hiciste….
1. Ver un concierto, una obra de teatro o un musical al aire libre
La mayoría de las grandes ciudades ofrecen alguna clase de evento al aire libre durante los meses de verano. Son una oportunidad magnífica de pasar unas horas al aire libre en contacto con la naturaleza mientras absorbes algo de cultura. Este año, no desaproveches esta oportunidad.
2. Pasar un día o unas horas en la playa sin hacer nada
Si vives en tierras de secano, busca alguna playa de interior que también las hay. En algunas grandes ciudades de interior incluso preparan playas urbanas. Se trata de pasar unas cuantas horas a orillas del agua, en modo “tropical”, es decir, no haciendo exactamente nada para poner la mente en blanco y recargar pilas.
3. Leer un libro por la simple razón de tener ganas de leerlo.
Mucha gente se obsesiona con que “tiene que” leer algún libro porque aparentemente se saca algo de él o porque le han dicho que es un libro que hay que leer sí o sí. Hay que leer por el placer de leer, así que en verano, date el gustazo de leer el o los libros que te gusten, ya sean ficción o no y disfruta del momento. Te enganchará.
4. Ir de camping dejando el móvil en casa
Otra de las cosas que hacer en verano antes de que acabe es irse de escapada vacacional sin el móvil. Si podéis, es muy recomendable probar a hacerlo – siempre hay una primera vez para todo y el planeta seguirá girando- no os preocupéis. Os proporcionará una experiencia totalmente nueva. Y si además os vais de camping, volveréis a sentir el placer de sentir de hacer algo vosotros mismos con vuestras manos, como por ejemplo montar una tienda de campaña.
Pasar unos días así y sin el móvil, durmiendo bajo la luna para despertarse con la salida del sol… La naturaleza se siente totalmente diferente y sobre todo, te vuelve a poner con los pies sobre la tierra.
5. Tirarse de cabeza al agua.
Allí donde encuentres las profundidades adecuadas, vuelve a ser niño y haz una competición de saltos al agua. Te lo pasarás en grande, de mayores solemos olvidar estos placeres.
6. Comer al aire libre con alguien con quien nos gusta conversar
Disfrutar de una buena comida al aire libre en compañía de alguien con cuya conversación disfrutamos. Se pasarán las horas y habremos disfrutado como pocas veces.
7. Subirse a un bote
Si encuentras unas forma de subir a un bote y navegar un poco, ya sea por un lago, una laguna, una bahía o la playa, hazlo. Hacer esquí acuático o bucear está genial, pero navegar sin más, remar en un bote con el viento en la cara es la mejor experiencia veraniega. La mejor forma de pasar un día de verano.
8. Haz un día de senderismo
Es una de las mejores formas de ejercicio físico que te proporciona además un sentimiento de haber conseguido algo cuando llegas al destino que te has propuesto. Y además, una excelente forma de conocer lugares de la naturaleza que de otro modo, seguramente te perderías. Los beneficios de un día de senderismo en naturaleza son innumerables.
9. Haz ejercicio al aire libre
Si el senderismo no es lo tuyo, prueba con hacer algo de work-out al aire libre. La mayoría de las ciudades ya ofrecen circuitos de work-out en los parques urbanos. El verano ofrece una buena oportunidad para hacer ejercicio de noche, toda una experiencia y a una temperatura veraniega más suave. También se puede practicar yoga de noche y al aire libre, si encuentras el lugar apropiado o de volver a darte un baño nocturno, si tienes oportunidad para ello.
10. Dejarte llevar por la puesta del sol sin hacer nada más.
En los meses de invierno solemos salir de casa cuando está oscuro o amaneciendo y volvemos a casa cuando ya está oscuro otra vez o anocheciendo. Con la rutina, ni nos enteramos de la puesta del sol, si es que las nubes nos dejaran verla. En verano hay muchas más posibilidades de verla, así que disfrutemos de ella. Si encuentras un lugar lo suficientemente pintoresco o simplemente que a ti te guste, proponte pasar una velada contemplando cómo se pone el astro rey y dejándote llevar por el momento.
11. Tener sexo en un medio natural
Si os da un poco de morbo el riesgo, buscad un sitio resguardado en la naturaleza. Pero eso sí, no os olvidéis de llevar los accesorios necesarios para hacer la cosa un poco confortable, como por ejemplo una manta, cojines y quizás alguna bebida para entonaros. También se puede probar con la terraza en el ático del edificio o incluso vuestro propio jardín trasero si tenéis. Ayudaos también de productos naturales para sorprender e innovar con tu pareja como por ejemplo el gel íntimo masculino efecto frío Provirilia. Ella puede probar Feminil Instant, un bálsamo instantáneo para mejorar la excitación dentro de la naturaleza.
12. Escaparte un fin de semana
Se puede aprovechar el verano no solo para conocer tu propia ciudad, sino para hacer algunas escapadas cortas, de un día por ejemplo, a ciudades o lugares vecinos o cercanos que tampoco conocemos. O para una escapada de fin de semana a un hotel rural cercano. No hace falta dar la vuelta al mundo o cruzar océanos para disfrutar de unos buenos días de relax, lo bueno muchas veces lo tenemos a la vuelta de la esquina.
13. Date un paseo bajo la lluvia veraniega
El verano suele ser de mucho calor pero a veces también de chaparrones al final del día que la gente disfruta porque refrescan y limpian el ambiente. Si empieza a caer uno y no es tormenta, aprovecha para darte un paseo bajo la lluvia, sin paraguas. Estar bajo la lluvia y dejarte mojar por el agua tras un día de intenso calor es lo más maravilloso que hay.