7 alimentos probióticos buenos para el estómago
Los alimentos probióticos, después de años, han pasado a tener la importancia que merecen dentro de la alimentación. Solamente eran tenidos en cuenta por los naturistas pero afortunadamente podemos encontrarlos en cualquier lado y son aceptados “socialmente” por la mayoría de las personas e incorporados a su dieta.
Los problemas digestivos cada vez afectan más, causando molestias y problemas que hay que asumir en la vida diaria y tener en cuenta sin necesidad de recurrir al médico.
Los probióticos son bacterias vivas y beneficiosas que están presentes en nuestro sistema digestivo. Son muy importantes a la hora de mantener una salud digestiva así como el bienestar general del organismo.
Algunos medicamentos como los antibióticos o el excesivo consumo de azúcar acaban con nuestra flora probiótica natural del intestino. De esta manera, lo que sucede es que quedan más bacterias malas que buenas. Se pierde el equilibrio de la flora dando lugar a trastornos como alergias, problemas de piel, infecciones en el tracto urinario e incluso altibajos de humor.
El 70% del sistema inmunológico está localizado dentro del sistema digestivo. Por ello, es imprescindible mantenerlo equilibrado y sano, y por tanto, “de buen humor”.
El problema es la gran variedad de marcas y productos probióticos que hay en el mercado actualmente y que hace mucho más difícil saber cuáles son de mayor calidad. Los de la mejor calidad suelen llegar a ser bastante caros.
En cambio, existe un gran número de alimentos genéricos que aportan los mismos beneficios que esos alimentos probióticos elaborados. Por ello, vamos a mostraros una lista de los 7 alimentos que podemos incluir en nuestra dieta habitual para conseguir una mejora en el organismo:
1. Kombucha
La kombucha se elabora fermentando té dulce con una mezcla determinada de bacterias y levaduras. El resultado de ésta fermentación es una bebida carbonatada que contiene vitaminas, ácidos, enzimas y por supuesto, probióticos altamente saludables.
Los beneficios para la salud de la kombucha incluyen una reducción de los dolores en las articulaciones, más energía en general, una mejor digestión y buen apoyo al sistema inmunológico en general.
Otra de las características de esta bebida carbonatada es que es ligeramente dulce y sirve como sustitutivo de refrescos o zumos industriales que generalmente tienen mucho más azúcar de lo conveniente y que destruyen además nuestra flora intestinal.
2. Kimchi
El kimchi, o col fermentada (parecida al chucrut) ha sido la base de la típica dieta coreana durante siglos. Occidente la está descubriendo ahora, más que por su exótico sabor, por sus numerosas propiedades beneficiosas.
El kimchi es simplemente col o repollo blanco troceado y fermentado con algunas especias en un proceso muy parecido al de la elaboración de la kombucha, por lo que sus propiedades y beneficios son similares a las de ésta bebida.
3. Miso
El miso es otro de los alimentos probióticos por excelencia. Es una pasta japonesa hecha a base de granos de soja fermentados (en ocasiones con arroz y/o cebada). En occidente se la conoce más por ser el componente esencial de la famosa sopa Miso. Pero ésta pasta tiene numerosos beneficios para nuestra salud.
Ayuda a regular nuestro tránsito intestinal y disminuye el riesgo de sufrir un ataque al corazón o de padecer cáncer. Entre otros beneficios adicionales se incluye una menor fatiga, disminución de los niveles de colesterol, bajar la tensión y las inflamaciones.
4. Yogurt
Es quizás unos de los alimentos probióticos más conocido por todos. Lleva mucho tiempo consumiéndose entre todas las poblaciones y 
desde antiguamente se sabe que el yogurt vuelve a equilibrar la flora intestinal.
El resultado es un producto suave y cremoso, lleno de bacterias beneficiosas para nuestra salud. Tradicionalmente se ha recomendado la ingesta de yogurt a aquellas personas que están tomando antibióticos o sufriendo una infección por levaduras.
Algo que hay que tener en cuenta sobre estos alimentos probióticos es que no todos los yogures se producen de la misma manera. Con yogures altamente cargados de azúcares, no se obtienen los mismos beneficios que con un yogurt natural. Es más, los yogures demasiado elaborados pueden afectar negativamente a nuestro tracto digestivo precisamente por ese alto contenido de azúcares.
5. Kefir
El kefir es uno de los grandes alimentos probióticos. Es un producto lácteo fermentado; básicamente un yogur muy líquido y de sabor ligeramente ácido y por lo tanto, bebible.
Está repleto de nutrientes, como los probióticos, vitamina B12, calcio, fosfatos, magnesio, entre otros, y puede incluso curar problemas de nuestro tracto digestivo. Combate las inflamaciones y mejora la digestión.
6. Tempeh 
Originario de Indonesia, el tempeh se elabora con granos de soja, que adoptan una consistencia parecida a la de un bizcocho cuya masa se mantiene unida gracias a un hongo que aparece durante el proceso de fermentación.
El tempeh es un sustitutivo de la carne muy popular entre los vegetarianos, ya que está cargado de proteínas, vitaminas y minerales. Otro aspecto que favorece su popularidad es su enorme versatilidad: se pueda aplicar a muchísimas recetas de las consideradas tradicionales.
7. Pan agrio
El pan agrio está repleto de carbohidratos. Tradicionalmente se le trató como un pan de mala calidad pero las bacterias de su masa ácida son probióticas. Además es uno de los panes más sabrosos que existen.
Este pan agrio se elabora con una masa de levadura así como con bacterias llamadas “lactobacilos”. Con ello, todos los ingredientes del pan se fermentan pero lo mejor es que se aportan bacterias y probióticos beneficiosos para el sistema digestivo a la vez que se disfruta de un pan sabroso.
