Conoce cómo funciona el ciclo de excitación sexual
El ciclo de respuesta sexual se refiere a la secuencia de cambios físicos y emocionales que ocurren cuando una persona se excita sexualmente y cuando participa en actividades de estimulación sexual, incluyendo el coito y la masturbación. Saber cómo responde tu cuerpo durante cada fase del ciclo puede mejorar tus relaciones y ayudarte a identificar la causa de los problemas sexuales que puedas tener. Para saber como terminar una experiencia sexual para concebir un hijo consulta nuestro post sobre recomendaciones medicas para quedarse embarazada más fácilmente.
¿Cuáles son las fases del ciclo de excitación sexual?
El ciclo de respuesta sexual tiene cuatro fases: excitación, meseta, orgasmo y resolución. Tanto hombres como mujeres experimentan estas fases, aunque el orden puede ser diferente. Por ejemplo, es poco probable que los dos miembros de la pareja alcancen el orgasmo al mismo tiempo. Además, la intensidad de la respuesta y el tiempo de permanencia en cada fase varía de una persona a otra. La compresión de estas diferencias puede ayudar a la pareja a comprender mejor los orgasmos y las respuesta del otro para mejorar la experiencia sexual.
Fase 1: excitación
La excitación puede durar unos pocos minutos o varias horas. Sus características generales son las siguientes:
- Aumenta la tensión muscular
- Se acelera la frecuencia cardiaca y la respiración
- La piel puede enrojecerse, pueden aparecer manchas de enrojecimiento en el pecho y en la espalda
- Los pezones se endurecen
- El flujo de sangre en los genitales aumenta como resultado de la inflamación del clítoris y de los labios menores de la mujer y de la erección del pene del hombre
- Comienza la lubricación vaginal
- Los pechos de la mujer se vuelven más llenos y las paredes vaginales comienzan a hincharse
- Los testículos del hombre se hinchan, su escroto se tensa y comienza a segregar líquido lubricante
Fase 2: meseta
La fase meseta se extiende hasta el borde del orgasmo y sus características generales son las siguientes:
- Se intensifican los cambios iniciados en la fase 1
- La vagina continúa hinchándose debido al aumento de flujo sanguíneo y las paredes vaginales se vuelven, a su vez, de color púrpura oscuro
- El clítoris de la mujer se vuelve muy sensible (incluso puede ser doloroso al tacto) y se retrae bajo la capucha del clítoris para evitar la estimulación directa del pene
- Los testículos del hombre se retiran hacia el escroto
- La respiración, el ritmo cardiaco y la presión arterial siguen aumentando
- Los espasmos musculares pueden comenzar en los pies, en la cara y en las manos
- Aumenta la tensión muscular
Fase 3: orgasmo
El orgasmo es el clímax del ciclo de respuesta sexual. Es la más corta de las fases y, en general, dura sólo unos pocos segundos. Las características generales de esta fase son las siguientes:
- Contracciones musculares involuntarias
- La presión arterial, la frecuencia cardiaca y la respiración se encuentran en sus tasas más altas, lo que genera un rápido consumo de oxígeno
- Los músculos del pie sufren espasmos
- Hay una liberación repentina de la fuerza de la tensión sexualmente
- En las mujeres se contraen los músculos de la vagina. El útero también sufre contracciones rítmicas
- En los hombres, las contracciones rítmicas de los músculos de la base del pene hacen que se produzca la eyaculación del semen
- Pueden aparecer erupciones o “rubor sexual” por todo el cuerpo
Fase 4: resolución
Durante la resolución, el cuerpo vuelve a sus niveles normales de funcionamiento poco a poco. Aquello que se hinchó vuelve a su tamaño y color anterior. Esta fase se caracteriza por una sensación general de bienestar. Mejora la intimidad y, a menudo, la fatiga. Algunas mujeres son capaces de volver rápidamente a la fase de orgasmos con mayor estimulación sexual y pueden experimentar orgasmos múltiples. Los hombres necesitan más tiempo de recuperación después de un orgasmos, conocido como periodo refractario, durante el cual no puede volver a alcanzar el orgasmo. La duración del periodo refractario varía de un hombre a otro y, por lo general, se alarga con la edad.
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