Tener una aventura o ser infiel según la edad
Según ciertos estudios, tener una aventura amorosa extra es más común cuando estamos a punto de acabar una década de nuestra vida, es decir, sobre los 39 años, 49, 59, etc. En estas etapas de la vida nos sentimos más impulsados a reflexionar sobre nuestro rumbo y por ello recurrimos a buscar una infidelidad o a tener una nueva aventura.
Esto se debe a que al parecer en estas etapas comenzamos a tener más dudas en distintos campos de nuestra vida y a cuestionar si hemos hecho lo que realmente queríamos y alcanzado nuestras metas. Normalmente se habla de la “crisis de los 40” como una de las etapas más marcadas de la mitad de la vida pero esto sucede también cuando alcanzamos otras edades similares.
Normalmente actuamos de dos maneras cuando alcanzamos estas etapas: una de ellas es asimilar los cambios, acostumbrarse a ellos y adaptarse, mientras que por otro lado, otros actúan de una manera contra-producente buscando cierto sentido a su vida tanto física como anímicamente y lo encuentran al tener una aventura o al ser infiel.
Según uno de los estudios mencionados en determinadas revistas de investigación, se analizó a una determinada población procedente de una página web de contactos y citas dirigidas a personas que ya mantenían una relación pero que buscaban tener una aventura o algo adicional. Se analizó a casi 8 millones de hombres registrados en la web de entre 25 y 64 años y una vez separadas varias muestras según la edad, se comprobó que aquellos que tenían una edad terminada en 9 eran una notable mayoría que el resto.
Las edades terminadas en 9 se correspondían con un 18% (más de 950.000 perfiles) por encima del resto de edades.
El estudio se centró principalmente en la actividad masculina puesto que los hombres son más propensos a buscar activamente una aventura extra-matrimonial o extra-relacional. Sin embargo, las mujeres en parte están algo más presionadas por ciertas presiones sociales que limitan esta búsqueda. También se tuvo en cuenta la selección de este público puesto que es una actividad bastante común durante la llamada “crisis de los 40” masculina. Los investigadores también indicaron que un desglose del público femenino también llevaba a la misma conclusión, es decir, a que se intenta ser infiel o tener una aventura en edades cercanas al número 9. La diferencia es que los hombres eran más consecuentes y decididos para llevar a cabo su plan.
No se cree que en esos perfiles se incluya adrede una edad terminada en 9 para hacerse más joven o atractivo puesto que se llevó a cabo un estudio paralelo. En él, se
pidió a 259 personas de entre 25 y 64 años que rellenasen unos perfiles ficticios de forma que llevasen a conocer a parejas de aventura mucho más jóvenes pero teniendo en cuenta que quizás en un futuro se encontrasen en persona con ellas. Así se mostró que la edad ficticia más utilizada terminaba en 5 con un 21% de los participantes, lo que indicaba que su edad terminada en 9 era cierta.
Este estudio demostró que muchos hombres que están entrando en una nueva década buscan darle un sentido a su vida de alguna manera. Normalmente con 
una aventura esporádica y sexual que puede terminar mal en muchos sentidos. Otros sin embargo, son conscientes de las consecuencias de sus actos y no llevan a cabo su intención inicial puesto que saben que podría terminar mal y buscan otras alternativas. Suele ser la edad en la que los hombres suelen hacerse deportistas y apuntarse a maratones, por ejemplo. Es decir, las formas de enfrentarse al cambio de década, no solo se resumen en tener una aventura sino que existen otras posibilidades para plantearse.
Consejo MQS
Para luchar contra esta crisis de edad y de ideales en las distintas fases de la vida, os recomendamos y proponemos el uso de ciertos productos naturales que actualmente están en el mercado para no acabar con la pasión en la pareja. Pastillas para aumentar la libido femenina, o geles vigorizantes como Provirilia, así como probar determinados juguetes sexuales, pueden ayudar a recuperar la pasión que se necesita y evitar así la búsqueda de tener una aventura o ser infiel.
