Ahorrar dinero en el supermercado: trucos y claves
Trucos para ahorrar dinero haciendo la compra
Evitar el síndrome de la nevera vacía ayuda ahorrar dinero, pues cuando vemos que no tenemos nada que llevarnos a la boca, llamamos para que traigan la comida a domicilio o rápidamente acudimos a la tienda más cercana y compramos algún producto precocinado.
Por ello recomendamos siempre tener una pequeña reserva de enlatados, los tienes de distintos tipos y precios pues además, si no cuentas con un espacio muy reducido y al tratarse de productos no perecederos puedes ahorrar dinero comprándolos al por mayor o en packs ahorro.
Planificación de la compra
Una correcta planificación de la compra es imprescindible, ya que no se debe comprar más de lo que se pueda conservar.
Según un estudio realizado por Erosky Consumer, es una cuestión de edad, ya que los mayores de 55 años aseguran organizarse con mayor frecuencia que los jóvenes de entre 18 y 34 años.
Crear una buena lista de la compra
Es muy importante tener claro lo que necesitamos comprar para evitar llevarnos cosas innecesarias. Hacer una lista de la compra y conocer bien la calidad/precio que tienen unos productos u otros puede llevarnos a ahorrar una considerable cantidad económica.
También puedes aprovecharte de los cupones descuento, ¡pero ojo! esto requiere una previa organización. Si te seduce la idea puedes unirte a organizaciones de intercambio de cupones y así conseguir más productos gratis o mejores ofertas.
Hoy en día el mayor problema al que nos enfrentamos es que no tenemos tiempo suficientemente para preocuparnos por nuestra alimentación. En cambio sí nos inquieta mucho el tema de cuidar la línea, perder peso o controlar el apetito. Para ello, lo mejor es probar con alternativas naturales como la gama XS Natural, en función de los objetivos que se quiera conseguir se puede elegir entre cremas o complementos alimenticios.
Claves para organizar bien el carrito
Dependiendo del volumen de compra que necesitamos, aconsejamos coger el carrito o no. En el caso que sepas que sólo tienes que comprar ciertas cosas puntuales que te faltan, no cojas el carrito y así solo llevarás lo que necesitas en las manos.
Recuerda además que tener en cuenta la manera y el orden en el que dejamos caer la compra en nuestro carrito influye en nuestra seguridad alimentaria, no conviene mezclar los alimentos entre sí.
El orden correcto sería: primero los productos no alimentarios como los de limpieza (utilizar la parte de abajo para colocarlos) luego, los que no necesitan frío como latas o bricks y, a continuación, los refrigerados y congelados (utilizando bolsas térmicas). Por último, reservar un espacio para los productos de consumo inmediato (carne, pescado, leche fresca).
Desafía el recorrido y distribución de los supermercados
La distribución y colocación de los productos en cualquier supermercado no es casualidad. Toda superficie comercial estudia muy detalladamente el comportamiento del consumidor para así poder incrementar sus ventas.
La llamada zona fría es mucho menos transitada por su ubicación, por ello colocan productos gancho o de primera necesidad obligándonos a pasar por todo el establecimiento y así favorecer a que compremos algo que no buscábamos.
La colocación de los productos en los stands también tiene truco. Los productos que más interesa vender, o los de mayor precio están situados la altura de los ojos. Por eso te recomendamos evitar los pasillos interiores, estar atento y no dejarte llevar por compras impulsivas.
¡No a los productos preparados!
La opción más económica es comprar los ingredientes por separado y prepararlo nosotros mismos. La mayoría de las personas hoy en día, debido a la falta de tiempo, acaban comprando legumbres cocidas, ensaladas preparadas, fruta precortadas, queso rallado, etc.
Nos hemos acostumbrado a este tipo de alimentos porque obtenemos de forma más rápida la solución. Pero en realidad no cuesta nada comprar la lechuga fresca o rallar la cuña de queso. Podemos ahorrar dinero y evitarnos ingerir muchos de los químicos o altos niveles de sal que contienen los alimentos preparados. A veces no es cuestión de «perder tiempo» ¡Sino de invertirlo!
¡Compara los precios!
En la actualidad, están en auge las marcas blancas o de distribuidor ya que su coste es más reducido. Además, si nos fijamos en sus componentes, suelen ser de la misma calidad que otras marcas más caras. También hay que tener en cuenta que, si miramos en la etiqueta, podemos por ejemplo comprobar cómo el fabricante de leche President está detrás de la elaboración de la leche de la marca Carrefour a pesar de que es la misma leche, tienen precios distintos.
Saber cuáles son los alimentos de temporada y cuáles no, es fundamental para así quedarnos con los de mejor calidad y menor precio. Cuando queremos un producto que no corresponde con la estación en la que nos encontramos, este viene desde más lejos y sus trasporte se ve encarecido. Por no hablar de los beneficios sobre la salud y el medio ambiente de estos alimentos de temporada.
¡No hacer la compra con hambre!
El estado de ánimo, así como las ganas con las que acudas a hacer la compra, influirán en lo que acabes comprando finalmente. Si vas al supermercado con hambre, comprarás de forma impulsiva lo que te apetece en ese momento y no lo que necesitas. También es mejor no ir con niños ya que a veces cuesta mucho decir que no.