Buena salud: 6 fáciles trucos para chequear tu salud cada mañana
MásqueSalud quiere que te cuides y tengas buena salud. Acabas de levantarte y te has medio arrastrado al baño. ¡Es hora de prepararse para el nuevo día! Normalmente, lo primero que apetece hacer es lavarse la carta, desengrasarla, cepillarse los dientes y arreglarse el pelo. Pero puedes añadir varias cosas más para hacer -muy importantes- a tu rutina matinal.
La mañana es una hora del día perfecta para chequearte a ti y tu cuerpo y comprobar que todo está en orden. Hay varios trucos que te proporcionan indicios muy esclarecedores de cómo van las cosas en el interior de tu cuerpo. Simplemente unos minutos extra por la mañana en el cuarto de baño que pueden ser extremadamente útiles a la hora de chequear y comprobar si tu cuerpo realmente está al 100%.
¿Cómo saber si tenemos una buena salud?
1. Comprueba el color de tu lengua
Dado que estás frente al espejo te resultará fácil comprobar el color de tu lengua. ¿Qué color presenta – un rojo oscuro, tirando a morado o más bien un rosa pálido? El color de la lengua es buen indicador de posibles inflamaciones de la misma. Cuando más oscuro sea su color rojo, mayor la inflamación. El color ideal de la lengua debería ser un rosa ligeramente pálido. Si tu lengua tiene un color rojo pronunciado, será el momento de pasar a una dieta anti-inflamatoria.
2. Échale un vistazo a tus ojos
Comprueba el estado de tus ojos. ¿Qué es lo que ves? ¿Las córneas de tus ojos (la parte situada alrededor de las pupilas) son de un blanco claro o están más bien amarillentas o rojizas? Las córneas deberían ser de un blanco puro, claro. El color amarillento puede indicar la presencia de toxinas y un desequilibrio general en el cuerpo. El color rojizo es indicador de inflamaciones, fatiga o estrés.
3. A qué sabe tu boca y como se siente
La boca debería saber y sentirse de una forma “normal” por las mañanas. Un aliento muy fuerte o la aparición de manchas blancas en el paladar y en las esquinas de la boca pueden ser un indicador importante de que algo va mal en el cuerpo, aunque no necesariamente una enfermedad. Puede también deberse a alguna intolerancia alimentaria o la acumulación de toxinas.
4. Examina tus heces
Mucha gente tira de la cadena sin prestar atención a lo que se ha depositado en el inodoro. Pero el tracto intestinal proporciona una excelente visión de lo que está ocurriendo y de cómo van las cosas en el interior del cuerpo. Lo normal es que vayamos de una a tres veces al baño al día y que la cosa no sea dolorosa ni molesta.
5. Chequea atentamente tu piel
Mientras te lavas la cara e hidratas tu cuerpo échale un vistazo a tu piel y busca cualquier señal de inflamación o irritación. Encontrar algo inusual en tu piel puede hacer posible identificar o prevenir problemas de salud más importantes.
6. Comprueba tu pH
Si dispones de un rato extra por las mañanas, saca un papel tornasol para chequear tu pH. Utiliza para ello o bien saliva o bien orina (en este caso, la segunda orina del día te dará una lectura más exacta del pH). Lo ideal sería tener el pH lo más neutral posible. Un pH demasiado ácido o demasiado alcalino pueden ser indicadores de multitud de problemas físicos. La dieta estándar occidental (muchas proteínas, cereales, azúcar) tiende a acidificar el pH. Si te encuentras con que tu pH particular es demasiado ácido, pasa a tomar más alimentos que promuevan la alcalinización, tales como vegetales en general y en especial las de hoja verde (acelgas, espinacas, lechuga, etc.).
Este simple chequeo te llevará poquísimo tiempo cada mañana pero será un excelente indicador de tu estado de salud general. Unos cuantos minutos por la mañana pueden ayudar a evitarte muchos problemas e incluso prevenirlos.