Claves para combatir la depresión
La mente es el ‘arma’ más poderosa para mantener una buena salud psíquica y física
«Mens sana in corpore sano» reza la frase en latín: mantén tu mente sana en un cuerpo sano. No es lo mismo sentirse deprimido, que tener depresión. Es normal sentirse triste en días señalados donde notamos la ausencia de alguien querido, días lluviosos donde el clima nos influye en nuestro estado de ánimo o bajadas de moral por no ver cumplidas nuestras expectativas laborales o personales. Sentirse deprimido no es un patología.
¿Qué es una depresión?¿Cómo sé si es depresión?
La depresión o síndrome depresivo debe ser diagnosticado por un facultativo: un psiquiatra o un psicólogo clínico. Hablamos de depresión cuando los síntomas como apatía, baja autoestima, lágrima fácil, insomnio, falta de motivación, falta de apetito o apetito en exceso, baja energía en actividades cotidianas o falta de deseo sexual. Estos síntomas deben durar más de 2-3 semanas. También engloba la somatización de síntomas como náuseas, mareos, dolores musculares, inestabilidad, problemas digestivos e irritabilidad, entre otros. En este caso ya hablamos de patología. La mente enferma al cuerpo.
Las causas de la depresión son diversas
Influyen factores bioquímicos de nuestro cerebro como la serotonina, dopamina y noradrenalina que son denominados los ‘mensajeros alegres’ y están relacionados íntimamente con la energía, el placer y la felicidad. Un desequilibrio de estos neurotransmisores favorece la aparición de depresión.
También los factores genéticos nos condicionan a la hora de sufrir depresión, debido a nuestro ADN. La depresión se considera un trastorno emocional, que se ve afectado por la pérdida de un ser querido, situaciones estresantes derivadas del ámbito laboral o personal, algunos tipos de enfermedad o ciertos trastornos psiquiátricos.
No todas las depresiones son iguales ni cursan con los mismos síntomas
Cada caso es distinto y debe someterse a un tratamiento personalizado. No es fácil salir de la depresión, pero si ponemos los medios adecuados y seguimos las pautas de un buen especialista la mejoría ronda el 90 %, consiguiendo que sea el paciente el que controle la enfermedad, no la enfermedad al paciente.
Diferentes tipos de depresión
Depresión mayor: síntomas con más de 2 semanas de duración.
Depresión psicótica: dentro de la depresión mayor, este tipo desarrolla algún tipo de psicosis, alucinaciones y delirios.
Distimia: depresión unipolar, menos acusada que la depresión mayor.
Depresión maniaca o bipolar: un trastorno en el estado de ánimo, combinando estados maniacos con estados depresivos. Altibajos extremos.
Depresión estacional: se da en ciertas épocas del año con el cambio de estación.
Depresión posparto: miedo, inseguridad y el dolor posparto, pueden derivar en este tipo de depresión.
Cómo combatir la depresión
Tratamiento farmacológico y psicoterapéutico
Acudir a un especialista que paute el tratamiento adecuado, es la primera norma ante una depresión. Los fármacos son el tratamiento más eficaz hasta la fecha para mejorar la sintomatología.
Fitoterapia y complementos naturales
Las tisanas tipo valeriana o tila, suplementos de omega 3 o algún relajante natural rico en pasiflora y triptófano como los comprimidos Zen Pills son de gran utilidad.
Pensamientos positivos y meditación
Terapias de relajación, masajes ayurvédicos, o practicar meditación se ha convertido en el último tiempo en poderosas armas que inyectan grandes dosis de bienestar.
Ejercicio físico y naturaleza
Está comprobado que la práctica de ejercicio físico al aire libre, incrementa la energía física y mental. Equilibramos los ‘mensajeros alegres’.
Aliméntate bien
Una dieta equilibrada y con un buen aporte de nutrientes favorece un buen equilibrio físico y mental.
¡Arriba la autoestima!
¡Porque tú lo vales! Cambia tu estilo, tu vestuario y siéntete renovado, o renovada, por dentro y por fuera.
Enfréntate a los problemas
No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. Ármate de valor y enfréntate a tus miedos e inseguridades. Ganarás en confianza y autoestima.
¡Mímate y adiós depresión!