¿Cómo es el orgasmo femenino y para qué existe?

¿Necesita una mujer llegar al orgasmo para quedarse embarazada?

Las mujeres tienen la capacidad y el potencial de quedarse embarazadas tanto si alcanzan o no un orgasmo durante el coito vaginal. Esta constatación ha conducido a un debate científico ya permanente en el tiempo sobre las razones por las que las mujeres pueden llegar a tener un orgasmo: ¿si el organismo femenino no necesita fisiológicamente el orgasmo para alcanzar el embarazo, cual es el propósito del mismo? La comunidad científica todavía no ha llegado a un acuerdo sobre este punto pero todos estos años de discusión han aportado una serie de teorías bastante interesantes al respecto.

Algunas de ellas sugieren que el orgasmo femenino es en realidad un “mecanismo de retención del esperma” que incrementa las posibilidades de alcanzar efectivamente la concepción del feto. Esta teoría se basa en el hecho de que las contracciones que se producen durante el orgasmo sirven para que el semen masculino se introduzca en más profundidad en el conducto reproductivo de la mujer. Algunos científicos parece que han dado con algunas evidencias que apuntan en esta dirección.

¿Problemas para llegar al orgasmo?

Muchas mujeres tienen dificultad a la hora de llegar al orgasmo vaginal durante las relaciones sexuales. A veces es una cuestión de estrés, de falta de apetito sexual, concentración o falta de autoestima. Existen en el mercado diferentes productos que pueden ayudar a la mujer a alcanzar el orgasmo y a aumentar su libido y apetito sexual. MasQueSalud recomienda Feminil, un complejo vitamínico natural que tiene como objetivo incrementar el deseo sexual y la energía de la mujer. Además, sus componentes favorecen el flujo sanguíneo promoviendo una relajación muscular que ayudará a aumentar la lubricación vaginal y la sensibilidad en esa zona

¿Algo impide el orgasmo femenino?

Estudios probados

En un estudio realizado a las participantes se les pidió que guardasen el “post-flujo” después de un coito sin protección por retentivos o preservativos. En el laboratorio se realizó una medición de este reflujo y se vinculó estadísticamente al hecho de que se hubiera alcanzado o no un orgasmo durante el coito correspondiente. Los resultados fueron los siguientes: si la mujer había llegado al orgasmo más o menos al mismo tiempo que su pareja masculina, el reflujo contenía menos semen que en el proveniente de aquellas mujeres que no lo habían alcanzado en absoluto o mucho más tarde que su pareja.

De todos modos, este tipo de estudio tiene también sus pegas. Para empezar, no se sabe cuánto esperma se eyacula en cada coito cómo para llegar a conclusiones relativas a la cantidad efectivamente retenida en la vagina. Además, si se acepta la teoría de que el orgasmo actúa de mecanismo de retención del semen, ¿por qué son tantas las mujeres que tienen dificultades para llegar a un orgasmo durante el sexo vaginal o por qué a las mujeres muchas veces les cuesta bastante más llegar a un orgasmo que al hombre?

Orgasmo femenino como ‘bono de placer’

Una teoría alternativa se basa en la reflexión de que quizá el orgasmo femenino no actúa de mecanismo de adaptación para aumentar las probabilidades de embarazo sino más bien como un “bono de placer” natural para la mujer. Esta teoría del “bono de placer extra” sugiere que el orgasmo no es un efecto colateral fisiológico de la mujer con ciertos propósitos de embarazo, sino una herencia de los tejidos vaginales y sus propiedades provenientes de nuestros antepasados originarios, propiedades y características que no se han perdido del todo a lo largo de la evolución humana.

El ser humano, en su fase inicial, no está definido como varón o mujer en la matriz materna y muy al principio, todos y todas somos y parecemos iguales. Durante los dos primeros meses de desarrollo del feto, las estructuras genitales permanecen indiferenciadas y tienen además el potencial de desarrollarse bien en penes y escrotos o bien en vulvas. Tanto los genitales masculinos como los femeninos comienzan su desarrollo partiendo de los mismos tejidos y estructuras nerviosas embrionarias y precisamente son éstas estructuras nerviosas las que están diseñadas para asegurar el orgasmo masculino, necesario en el caso de los varones para garantizar la procreación. Dado que la habilidad masculina es favorecida por la naturaleza para alcanzar el orgasmo y aumentar las posibilidades de embarazo y partiendo de que estos tejidos embrionarios iniciales son los mismos también para la mujer, es bastante probable que que el orgasmo femenino no sea un subproducto de la naturaleza sino una consecuencia de este inicio celular común.

¿Qué relación existe entre el orgasmo femenino y el pezón masculino?

Otro enfoque de la cuestión considera que la existencia del orgasmo femenino tiene mucho en común con la (extraña) existencia del pezón masculino, carente también de estricto sentido fisiológico. La biología humana desarrolla las mamas femeninas para hacer posible la lactancia. Las pechos masculinas por el contrario no tienen ninguna función biológica concreta conocida,  pero contienen numerosas terminaciones nerviosas que los convierten también en una especie de “bono de placer” durante el acto sexual. Así que quizás estas teorías estén en lo cierto y tanto el orgasmo femenino como los pezones masculinos no sean más que unos fantásticos “bonos extra” de complemento al coito proporcionados por la naturaleza.

Sin embargo, no hay que olvidar que estas no son más que unas pocas de las muchas teorías sobre el origen del orgasmo femenino y que sin duda todavía no se ha descubierto una razón definitivamente concluyente de la existencia del mismo.

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