Cómo ponerse moreno y mantener la piel bronceada más tiempo
El calor cada vez aprieta más y las ganas de lucir una piel morena aumentan con el buen tiempo. Si aún no has podido tomar el sol, apunta bien estos consejos que te ayudarán a broncearte más rápido y a mantener ese bonito tono dorado en la piel durante más tiempo.
Cómo ponerse moreno más rápido: 5 trucos
La piel morena suele ser muy atractiva, pero sin excesos, pues un tono demasiado tostado puede generar el resultado contrario y desear únicamente que se vaya cuanto antes. Hay que tener precaución y solo adquirir el tono que nuestra piel puede ofrecernos; no hay que realizar una exposición solar demasiado prolongada, ya que las consecuencias pueden ser graves.
Lo que sí se puede hacer es llevar a cabo algunos consejos para conseguir ponerse moreno en menos tiempo.
1. Alimentación adecuada para la piel
Aunque puedas pensar que para tener una piel morena solo hay que realizar un cuidado externo, te equivocas, puesto que el interior de nuestro cuerpo puede ayudarnos, y mucho, a conseguir y potenciar un tono bronceado natural.
En realidad es aconsejable ingerir todos aquellos alimentos que contengan vitamina A y los que sean ricos en flavonoides, antioxidantes y betacarotenos. Sobre todo son las frutas como el melón, el mango, el caqui, la naranja o el melocotón, y verduras como la zanahoria, el tomate, el brócoli o las espinacas, entre otros.
Además, introducir en todas las comidas el aceite de oliva favorecerá la regeneración de la piel y le aportará una mayor elasticidad.
2. Hidratar bien la piel y el organismo
La hidratación en verano es fundamental y aún más importante que durante el resto del año para evitar quemaduras. Pero no solo una hidratación del organismo, sino también una hidratación externa. La piel necesita un extra de humedad después de haber sido expuesta a los rayos solares. Por ello, es imprescindible aplicar aftersun a diario tras la ducha o alguna crema hidratante que contenga aloe vera, por ejemplo, aunque no se tome el sol ese día. Igualmente pueden ser efectivos los aceites corporales pero cuando el moreno ya está avanzado.
Por otro lado, la hidratación interna también debe ser la correcta. Hay que beber muchos líquidos cuando hace calor y tomar alimentos ricos en agua para que la piel no se seque desde el interior.
3. Exfoliación y depilación previas
Cuando comienza la temporada de verano resulta apropiado preparar la piel y ayudarla a regenerarse, ya que, si existen granos o imperfecciones, las marcas se quedarán después de tomar el sol. La mejor solución es utilizar un dispositivo como U-Derma, que logra eliminar el acné y las imperfecciones gracias a la luz LED azul, y reactiva la piel.
Además, antes de tomar el sol suele ser conveniente tener la piel exfoliada. ¿Por qué? Muy sencillo, existe una capa de células muertas que será la que se broncee antes y que se perderá directamente al ducharnos. Por tanto, se tratará de un día perdido en nuestro intento de ponernos morenos. Si mantienes tu cuerpo exfoliado haciéndote un peeling cada semana, lograrás un tono dorado antes y de manera mucho más uniforme. Eso sí, no tomes el sol nada más exfoliarte, espera al menos un día para que la piel pueda cerrar los poros.
En cuanto a la depilación sucede algo parecido. La piel depilada se broncea antes y es un punto a favor si no vamos a estar muchos días tomando el sol. Al igual que con la exfoliación, espera uno o dos días después de depilarte para que la piel se recupere, de lo contrario podrían aparecer quemaduras.
4. Cremas protectoras
SIEMPRE hay que utilizar un producto que proteja la piel aunque no vayamos a realizar una exposición directa al sol. Además, para los primeros días de verano y de playa, lo recomendable es comenzar con la aplicación de una crema protectora que tenga un factor alto y después ir disminuyéndolo según se vaya adquiriendo el tono moreno. Los aceites bronceadores con protección también se pueden usar, pero cuando la piel ya tenga un color dorado.
Hay que extender la crema uniformemente por todo el cuerpo y aplicar mayor cantidad en los hombros, el pecho y la cara, que son zonas más sensibles al sol.
También existen los autobronceadores, que pueden ayudarnos a no ir tan blancos los primeros días de playa o piscina. Pero cuidado, porque estos productos no suelen proteger mucho, son solo para aparentar un moreno ficticio, así que deberemos protegernos igualmente con cremas. Además, hay que extender bien el autobronceador para evitar que queden manchas más oscuras en la piel. Si puedes evitar este tipo de productos, mejor, solo son recomendables para ocasiones puntuales o para mantener el moreno después del verano.
5. Tiempo de exposición
Este punto es clave para conseguir un bonito moreno y no una piel roja que no sea nada saludable. Lo ideal es tomar el sol muchas veces pero poco tiempo cada vez. Con tomarlo 10 o 15 minutos los primeros días será más que suficiente y es lo más aconsejable para no sufrir quemaduras. Además, hay que evitar exponerse al sol en las horas centrales que es cuando más calienta. Igualmente protegeremos nuestra piel e incluso la cabeza con un gorro o sombrero para no sufrir una insolación.
Consejos para mantener el tono moreno de la piel
Tras el verano y haber conseguido por fin un tono de piel dorado y atractivo, es habitual que la piel se pele y pierda el moreno en unos días después de dejar de tomar el sol. Por suerte, este color de piel lo podemos mantener un poco más de tiempo siguiendo algunas sencillas pautas.
A la hora de la ducha diaria, utiliza un gel hidratante y aplica crema después para que la piel no se seque y se pele. De esta manera el bronceado se mantendrá intacto por más tiempo.
Además, al igual que antes de ponerse moreno, resulta adecuado llevar a cabo una exfoliación corporal para mejorar la penetración de las cremas hidratantes en la piel y eliminar las células muertas. Eso sí, en este caso debe ser una exfoliación suave. La alimentación también vuelve a intervenir a la hora de mantener el color moreno de la piel, pues la vitamina C, los betacarotenos y los alimentos ricos en agua nos ayudarán a que la piel siga hidratada y bronceada.
Otro consejo es evitar las duchas de agua caliente, es mucho mejor lavarse con agua fría. Y es que el agua caliente deshidrata la piel, provocando, por tanto, que empiece a pelarse. Una ducha de agua fría y un aceite hidratante son los mejores aliados para mantener la piel morena después del verano.
Como hemos comentado antes, los autobronceadores y cremas con color pueden dar buen resultado para alargar el tono dorado. Existen muchos productos que simulan el moreno de la piel y pueden ayudarnos a prolongar ese atractivo color que tanto trabajo nos ha costado conseguir. Lo más importante es aplicarlos de forma homogénea para que no se note un tono artificial. En el caso del rostro, en vez de autobronceadores es más recomendable aplicar solo unos polvos bronceadores para evitar ronchas.
Por último, puedes recurrir al bronceado artificial para que el tono moreno perdure. Se trata de bronceados instantáneos como la caña de azúcar o los rayos UVA. No hay que abusar de estos métodos, sobre todo de los UVA, solo son recomendables para ocasiones especiales o para prorrogar ligeramente el bronceado veraniego, pero sin excederse. La piel necesita recuperar su tono y estar lista para pasar el invierno en perfectas condiciones. Hay que ser conscientes del color de piel de cada uno y no cometer errores que puedan afectarnos negativamente en el futuro.