¿Has descubierto ya tu fetiche favorito?
En normas generales, el fetichismo consiste en rendir culto o adorar algo. Si hablamos de sexo, se conoce como fetiche todo objeto o práctica que produce excitación en una persona. Y como la sexualidad es algo tan nuestro y puede variar de unas personas a otras, existen muchos tipos diferentes de fetiches, que podemos encontrar representados en unos tacones, diversas prendas de ropa interior, un aroma, un juguete sexual o alguna de las partes del cuerpo.
El fetichista buscará el orgasmo a través de la utilización de estos distintos elementos, ya sea durante la masturbación o durante una práctica sexual en compañía.
Lo más común dentro del fetichismo
Como ya habíamos adelantado, el fetichismo es algo muy personal, y es justamente por eso por lo que podemos encontrar muchos tipos de fetiches diferentes. Pero, a pesar de la gran diversidad, parece que todas las personas debemos tener algo en común que nos impulsa a sentirnos atraídos por las mismas cosas. Aquí te presentamos los fetiches más comunes:
En primer lugar, uno de los fetiches más recurrentes es el de la práctica de la dominación y la sumisión, en el que los protagonistas serán los juguetes sexuales conocidos como bondage (esposas, antifaces, cadenas, etc), así como vestimentas a base de tacones o prendas de cuero o látex.
En muchas ocasiones, se puede relacionar este fetiche con el sadomasoquismo. En este tipo de prácticas se pueden combinar muy fácilmente con diferentes disfraces y juegos de rol, que ayudarán a la pareja salir de la rutina.
Otro fetiche muy extendido es el voyeurismo, en el que la persona disfruta con el mero hecho de observar a otras personas durante las relaciones sexuales. Este tipo de fetiche puede llevar a ciertas personas a esconderse para poder ver a otras personas desnudas, en lugares tanto privados como públicos.
Asimismo, hay muchas personas que encuentran excitación en la llamada asfixiofilia, un fetiche sexual que consiste que asfixiar (en su justa medida) a tu pareja durante las relaciones y conseguir así un orgasmo más placentero.
Si dejamos a un lado los diferentes accesorios que pueden servirnos como fetiche y nos centramos únicamente en el cuerpo humano, los pies son los que se llevan la palma. Y es que es justamente en el pie donde más terminaciones nerviosas se encuentran conectadas a los puntos principales de placer en el cerebro.
Por otro lado, si hablamos de los fetiches más comunes, no podemos olvidar las parafilias más extrañas. Presta atención:
- Agalmatofilia: sentir atracción por los maniquíes
- Ursusagalmatofilia: disfrazarse de animalito de peluche
- Dacrilagnia: sentir excitación al ver llorar a otra persona
- Somnofilia: sentir placer mientras se observa a una persona dormida
- Hematofilia: utilizar la sangre para el aumento de la excitación sexual
- Infantilismo parafílico: tener como fetiche la utilización de pañales y actuar como bebés
Día Internacional del Fetichismo: los países más amantes del fetiche
Este tipo de prácticas se encuentran cada vez más extendidas, y es por ello que, como cada 19 de enero desde hace 11 años, celebramos el Día Internacional del Fetichismo, un momento ideal para disfrutar de lo que nos gusta y aprender compartiendo nuestras experiencias con los demás.
Para hacernos una idea de la cantidad de fronteras que ha cruzado el fetiche a lo largo del mundo, Whiplr, una plataforma parecida a WhatsApp pero únicamente para contenido sexual, realizó una pequeña estadística basándose en sus propios clientes. Según este estudio, el ranking de países más amantes del fetiche estaría coronado por Estados Unidos, al que le siguen Reino Unido y Canadá. Las últimas posiciones de esta lista son para Francia, Australia, Grecia y Brasil. Y en el punto medio, encuentran su lugar países como Alemania, Holanda o Italia.
Fetichismo: ¿nace o se hace?
Muchos son los estudios que intentan determinar si el hecho de que ciertas prácticas se conviertan en esenciales para nosotros a la hora de llegar al orgasmo es algo innato o algo que se aprende a lo largo de la vida. Pues bien, hasta el momento ninguno de estos estudios ha dado frutos, aunque lo que podemos tener claro es que la sexualidad es algo que viene con nosotros desde que nacemos, por lo que estaría en nuestras manos es la manera de desarrollarla.
Ahora sí, empieza a disfutar.
