Diagnósticos y tratamientos de las hemorroides
¿Cómo sé si tengo hemorroides?
Primero tu médico examinará tu área anal, quizás insertando un dedo enguantado lubricado o un anoscopio (un tubo hueco con luz para ver la parte más baja del recto) o un proctoscopio (que hace la misma función que un anoscopio, pero ofrece un examen rectal más minucioso).
Se necesitan más procedimientos para identificar hemorroides internas o para descartar enfermedades que a menudo causan sangrado anal, como la fisura anal, la colitis, la enfermedad de Crohn y el cáncer colon-rectal.
Para ver más adentro del canal anal (dentro del colon bajo) se puede usar una sigmodoscopia, incluso el ano entero se puede ver con una colonoscopia. Para ambos procedimientos se inserta en el recto un tubo iluminado y flexible para ver. Los rayos X también pueden mostrar todo el contorno interior del recto. Primero se da un enema de bario y luego se hace una radiografía del tracto intestinal bajo.
¿Cuáles son los tratamientos de las hemorroides?
Una vez que desarrollas hemorroides, normalmente no desaparecen completamente a menos que te sometas a uno de los siguientes procedimientos. Sin embargo, pueden mejorar, por ello vivir con ellas es cuestión de tolerancia. Tanto los médicos convencionales como los alternativos consideran que la dieta es el mejor tratamiento para las hemorroides. Una dieta rica en alimentos altos en fibra y comidas poco procesadas es esencial. Incrementar la cantidad de líquidos que se ingieren, entre 6 y 8 vasos de agua al día, también es importante. Los cambios en la dieta serán necesarios incluso si se prescribe medicación o cirugía.
Muchos tratamientos contra las hemorroides pretenden minimizar el dolor y el picor. Baños cálidos (pero no calientes) son las terapias más tradicionales y sugeridas: siéntate en un recipiente con un par de litros de agua templada durante 15 minutos varias veces al día, en especial después de la defecación. Esto reduce la hinchazón del área y relaja los espasmos del músculo rectal. Si estás embarazada, consulta cualquier tratamiento con tu médico, incluyendo los cambios en la dieta, antes de proceder a ello.
Si te han diagnosticado hemorroides, una dieta alta en fibra combinada con baños y Tylenol como prescripción reduce, normalmente, el malestar en dos semanas. Si los síntomas persisten, tu médico puede sugerir uno de los siguientes procedimientos. Muchos pueden llevarse a cabo en la consulta de tu médico.
- Inyección. Se inyectará una hemorroide interna con una solución que crea una cicatriz y cierra la hemorroide. La inyección sólo duele un poco, como duele cualquier inyección.
- Vendaje. Las hemorroide prolapsadas se eliminan normalmente utilizando una ligación con una venda de goma. Una herramienta especial sujeta una goma muy pequeña alrededor de la hemorroide provocando que se cierre al cortarle su flujo de sangre casi al instante.
- Coagulación y cauterización. Las dos utilizan una sonda eléctrica, un rayo láser o una luz infrarroja y un pequeño quemado sin dolor sella el final de la hemorroide cerrándola y haciendo que cicatrice. Es más útil en hemorroides prolapsadas.
- Cirugía. Para hemorroides internas muy grandes o para hemorroides externas incómodamente dolorosas (como las tromoizadas, con las cuales es muy doloroso vivir) tu médico puede optar por la cirugía tradicional, conocida como hemorroidectomía.
- Tratamientos de las hemorroides naturales. Existen cremas naturales como Hemapro que alivian el dolor y picor instantáneo de las hemorroides y suplementos alimentarios de toma diária que previenen que aparezcan otra vez.
Los tratamientos de eliminación de hemorroides son muy efectivos, pero si no cambias tu dieta y tu estilo de vida, las hemorroides pueden volver.
Nutrición y dieta
Previene el estreñimiento siguiendo una dieta alta en fibra. Las comidas y los aperitivos deberían consistir principalmente en verduras, fruta, frutos secos y cereales. Limita las comidas procesadas y la carne. Si es un cambio muy grande para ti, introduce nuevos alimentos poco a poco para evitar el salto.
Si no eres capaz de comer suficientes alimentos con fibra, complementa tu dieta con ablandadores fecales o con agentes formadores de masa, como los suplementos de fibra. Evita los laxantes, pues pueden provocar una diarrea que irrite aún más las venas hinchadas.
Bebe al menos ocho vasos de agua al día y, si tu vida es particularmente activa o vives en un clima caliente, vas a necesitar más agua. Consulta con tu médico sobre la necesidad de líquidos si tienes algún problema médico o para tomar medicamentos.
Controla la ingesta de sodio, pues el exceso de sal en la dieta causa retención de líquidos, lo que hace que las venas se hinchen, incluyendo las hemorroides.
Tratamiento de las hemorroides: remedios caseros para las hemorroides
- Intenta no sentarte muchas horas al día, pero si debes hacerlo, descansa: una vez a la hora, levántate y muévete al menos durante cinco minutos. Un cojín suave puede que haga que sentarse sea más cómodo y reduzca la presión y el dolor de la hemorroide.
- Inserta vaselina en el ano para hacer que los movimientos de la defecación sean menos dolorosos.
- Aplica en las hemorroides hamamelis, un agente antiinflamatorio suave, para reducir el dolor y el picor o utiliza cremas o ungüentos anti-hemorroidales.
- Resiste la tentación de rascarte las hemorroides, sólo lo empeora. Las venas inflamadas se irritan más, la piel de alrededor se daña y el picor se intensifica. En lugar de ayudar a parar el dolor aplica una crema con un 1% de hidrocortisona en la piel (no en el ano, sólo fuera) y ponle algo frío. Esto también debería reducir el picor.
- Si necesitas un calmante de dolor, toma Tylenol. Evita el ibuprofeno y la aspirina, pues hace que la sangre vaya más rápido.
- Báñate con regularidad para mantener el área anal limpia, pero sé amable: frotar demasiado, especialmente con jabón, pueden intensificar la quemazón y el picor.
- No hagas fuerza al defecar. Siéntate en la taza del váter cinco minutos y si no ocurre, inténtalo después otra vez. Cuando te limpies, sé cuidadoso. Si el papel higiénico te irrita, intenta humedecerlo primero o utiliza algodón o toallitas sin alcohol para bebes. Quizás prefieras limpiarte primero y secar luego la zona.
- Cuando desempeñes una tarea que requiera esfuerzo, asegúrate de respirar pausadamente. Es común aguantar la respiración durante el esfuerzo y, si lo haces, estarás haciendo presión y contribuyendo al dolor de las hemorroides y al sangrado.
¿Cómo se pueden prevenir las hemorroides?
Una dieta y un estilo de vida saludables son la mejor garantía para prevenir las hemorroides, ya sufras de síntomas de hemorroides o ya intentes prevenirlas. El ejercicio regular también es importante, especialmente si tienes un trabajo sedentario. El ejercicio ayuda de muchas formas: manteniendo el peso a raya, haciendo que sea menos probable estar estreñido y mejorando el tono de los músculos.
Los hábitos saludables del intestino también previenen las hemorroides. Ve al baño en cuanto sientas la urgencia de ir. Evita hacer fuerza cuando defeques.