Dieta Mediterránea por intercambio de alimentos
Hoy os traemos un post especial en el que os hablamos de la Dieta Mediterránea por intercambio de alimentos, una de las pocas dietas que los médicos y expertos nutricionistas aconsejan por su seguridad y fiabilidad, y que está ganando adeptos desde que se sabe que el famoso Chef Chicote es uno de sus acólitos.
Recientemente el chef español ha demostrado en un nuevo programa televisivo que esta dieta no sólo es sana y segura, sino también efectiva, y lo ha demostrado en sus propias carnes —nunca mejor dicho—, pues ha perdido 12 kilos en apenas dos meses.
En el artículo de hoy queremos analizar esta dieta, sus pros y sus contras, y presentárosla como una opción saludable de adelgazamiento para aquellas personas que necesiten un cambio de hábitos.
La palabra dieta se asocia a alimentación limitada y en ocasiones insuficiente, pero en realidad dieta hace referencia a lo que comemos en nuestro día a día. La dieta Mediterránea es en sí misma un hábito saludable que adquirir, pero con este sistema de «intercambio de alimentos», además, mantendremos cierto control y orden sobre ella para asegurarnos su efectividad. Esta dieta, pues, no va de perder kilos, sino de reeducar nuestra alimentación y hábitos de vida para estar más sanos. De hecho, es una dieta que no sólo se puede, sino que se debe mantener durante toda la vida. Con el tiempo aprenderemos a comer de forma saludable y no necesitaremos seguir sus pautas, ya que las habremos incorporado a nuestra vida de una forma totalmente natural.
Las claves de la Dieta Mediterránea por intercambio de alimentos
Esta dieta se basa en la dieta mediterránea de toda la vida y utiliza exclusivamente alimentos frescos de todo tipo: frutas, verduras, pescado, carne, frutos secos, huevos, lácteos y aceite de oliva. No están prohibidos pero sí hay que evitar los alimentos procesados siempre que se pueda y optar por cocinar uno mismo la comida de cada día. Desde luego nada de suplementos nutricionales ni productos de adelgazamiento, se trata de volver a lo tradicional, a lo que les funcionó a nuestros abuelos.
Ellos iban al mercado, compraban productos de temporada y organizaban las comidas de la semana para que fueran variadas y equilibradas. Nosotros vivimos en un caos social tal que necesitamos de ciertas pautas para hacer lo mismo. Por eso, las doctoras en Endrocrinología y Nutrición Clotilde Vázquez y Ana de Cos idearon este sistema de intercambio de alimentos para facilitarnos la tarea y enseñarnos de nuevo a comer bien.
Por ello se trata de una dieta personalizable a los gustos, hábitos alimenticios, horarios, composición corporal, peso, edad y patologías de cada persona, para que seamos capaces de seguirla a pesar de los descalabros del día a día. Todo ello complementado con ejercicio físico y motivación psicológica, claro, esencial en cualquier régimen de adelgazamiento.
La libertad que da está dieta reside en que no ofrece menús cerrados, sino un intercambio entre seis grandes grupos de alimentos sin prohibir ninguno de ellos:
1. Hidratos de carbono: pan, pasta, arroz, legumbres, patatas… pero también bebidas azucaradas, alcohólicas y bollería.
2. Proteínas: carnes, pescados, huevos, frutos secos y queso
3. Grasas: aceites, mantequillas, mayonesa e, incluso, frutos más grasos como el aguacate
4. Lácteos: leche, yogur, queso fresco, cuajada, etc.
5. Verduras y hortalizas
6. Frutas
En palabras de la doctora Joima Panisello, vicepresidenta segunda de la Asociación Método por Intercambios, “el método permite a la persona establecer sus propios menús pero con un aprendizaje previo del sistema que le ayude a gestionar sus hábitos alimentarios, siempre en relación con el tipo de ejercicio y el modelo de vida”.
¿Cómo funciona el método?
Al ser un programa abierto, tú eliges lo que te apetece comer cada día, pudiéndose adaptar fácilmente a imprevistos y comidas fuera de casa. Para eso se idea el sistema de equivalencias por raciones, de forma que sólo tenemos que mirar la tabla para saber qué cantidad debemos comer de cada grupo de alimentos elegido. En realidad es un método de aprendizaje, aprendemos a comer con la dieta para después ser capaces de hacerlo por nosotros mismos.
El método consiste en planificar esos intercambios o unidades de alimentos equilibrando los hidratos de carbono, proteínas, grasas, lácteos, verduras y frutas a lo largo del día y en función de las necesidades individuales. El sistema determina qué alimentos de un mismo grupo, en cantidades proporcionales, tienen el mismo valor nutricional.
Por ejemplo: si debes tomar en el desayuno 1 ración de lácteos, otra de hidratos de carbono y otra de fruta, podrás escoger los alimentos que más te gusten en su cantidad correspondiente de la tabla.
La compensación
Esta es una de las características más interesantes de esta dieta. Y es que es una clave más para aportar flexibilidad al sistema.
Si has cometido algún exceso en la comida o la cena con algún grupo de alimentos en concreto, puedes compensar el desliz reduciendo —no eliminando— las siguientes tomas de alimentos de esos grupos.
Para esto es fundamental que tengamos claro a qué grupo pertenecen los distintos alimentos. Mientras lo aprendemos y no, afortunadamente, contamos con la tabla.
Ejercicio y apoyo psicológico
La actividad física es fundamental para tener hábitos de vida saludables que, al fin y al cabo, es lo que trata de inculcarnos esta dieta. Y en el caso de que nuestro objetivo sea adelgazar, más aún.
El ejercicio físico en este método también se mide por intercambios en función de la intensidad y características del deporte que cada uno prefiera practicar.
El apoyo psicológico y la motivación son tan importantes como cualquier otro factor a la hora de perder peso, pues sin la suficiente motivación nos será imposible seguir las pautas de ninguna dieta, sobre todo si ya llevamos tiempo en la lucha contra los kilos de más o hemos probado anteriormente demasiadas «falsas dietas» que nos han hecho perder toda confianza.
Consejos para una dieta saludable
Independientemente del tipo de dieta que estéis siguiendo o que queráis empezar, debéis tener siempre presentes una serie de tips básicos que os ayudarán siempre a preservar vuestra salud.
- Cualquier dieta, sea de adelgazamiento o no, debe tener como objetivo prioritario mejorar vuestra salud, y para ello debe ser equilibrada, variada y suficiente en cantidad. Si pasas hambre, no es una buena dieta.
- Las dietas deben hacerse siempre bajo estricto control médico pero contando con la participación del paciente.
- Una dieta saludable jamás prohibirá grupos de alimentos completos, ya que nunca deben existir carencias ni excesos de ningún tipo de nutrientes.
- Una dieta equilibrada no necesita de suplementos alimenticios ni complementos de adelgazamiento de ningún tipo.
- Adelgazar no es perder kilos. Adelgazar consiste en reducir el exceso de grasa y mantener o aumentar la masa muscular.
- Una dieta saludable y equilibrada no es algo que se sigue durante un tiempo con un objetivo concreto a corto plazo, sino que es una alimentación que puedes mantener durante toda la vida.
- Un plan de adelgazamiento correcto siempre incluye ejercicio físico personalizado y motivador.
- Cualquier programa de adelgazamiento precisa de apoyo psicológico.
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