Recetas fáciles: ideas para primeros, carnes y pescados
Cocinar a veces puede convertirse en tarea complicada si no nos gusta cocinar, no encontramos el truco a al arte de los fogones o si no tenemos tiempo para pasar horas en la cocina.
Por eso, aquí te proponemos algunas ideas y recetas fáciles para que no renuncies a una alimentación sana y además apetecible. Con poco tiempo e ingredientes sencillos y fáciles de encontrar en el supermercado podemos hacer platos realmente buenos.
Puedes combinar primeros platos con una carne o un pescado, o elegir alguna de estas recetas como plato único. ¡Toma nota!
Primeros platos
Ensaladas
Hay pocas más fáciles y sanas que se pueden hacer sin necesidad ni siquiera de encender el fuego. Hay tantos tipos de ensalada como gustos, y es un plato que admite infinidad de ingredientes y combinaciones.
Puedes hacerla vegetal (lechuga, tomate, cebolla, maíz, espárragos, aceitunas), con atún, con ahumados, con pavo, queso, y si quieres pasar al nivel de usar sartenes y cacerolas, puedes añadirle pollo a la plancha, huevo duro, bacon, y un largo etcétera. O, por ejemplo, la mítica ensalada campera con patata cocida.
TRUCO: Para aliñar, hay numerosas salsas ya preparadas en el mercado para ensaladas, pero si quieres optar por el clásico aliño de aceite, vinagre y sal y quieres restar algunas calorías, sustituye el vinagre por un chorrito de limón.
Purés y cremas
También es una opción sencilla, versátil, y muy muy saludable. Puedes aprovechar las verduras que estén de temporada, más sanas y baratas. Los purés admiten muchas combinaciones, y los puedes hacer de varias verduras, como puerro, patata, zanahoria, apio, calabacín, calabaza o acelga; o hacer por ejemplo una crema de calabaza, de espárragos o de calabacín.
Para hacerlos, es tan sencillo como cortar las verduras, ponerlas a cocer con un chorrito de aceite de oliva y sal, y cuando estén hechas, batirlas. Puedes ir rectificando de espesor y sal, aunque cuidado con no pasarte de agua para que no quede demasiado líquido.
TRUCO: Puedes hacer este plato más consistente añadiendo algo sólido como un poco de bacon en trocitos o unos picatostes. Y si quieres ponerle un extra de sabor, añade pimienta negra o un poco de cilantro fresco picado.
Las verduras, en cualquier formato, son ideales para mantener una dieta sana y equilibrada. Si además quieres cuidar tu línea, perder peso o controlar el apetito, puedes probar con alternativas naturales como la gama XS Natural, pudiendo elegir entre cremas o complementos alimenticios en función de los objetivos que quieras conseguir.
Verduras salteadas
¡Cortar, saltear y servir! Puedes usarlo como acompañamiento de carnes o pescados o como plato único por ejemplo en cenas. Ten en cuenta que no todas las verduras se hacen al mismo tiempo, si las echas todas a la vez corres el riesgo de dejar algunas crudas o de que se te quemen otras. Si quieres hacer un plato más completo, puedes añadir daditos de pollo o quinoa.
TRUCO: una idea para cambiar un poco el sabor de tu salteado de verduras es añadirle un chorrito de salsa de soja cuando estás a punto de retirarlo del fuego. Eso sí, si vas a hacerlo, no utilices demasiada sal, pues puede quedarte salado.
Revueltos
Otra imprescindible en la lista de recetas fáciles. Revuelto de espárragos, de espinacas, de patatas, de setas… es un plato más que socorrido que además cuenta con todos los nutrientes y proteínas del huevo. Cocina primero los ingredientes principales en una sartén y cuando estén hechos añade el huevo. Una forma de comer verduras jugosa y sencilla.
TRUCO: El pimentón dulce (o picante) es un gran aliado de este tipo de platos. Si te gusta, no dudes en probarlo.
Carnes
Más allá del mítico filete a la plancha o empanado, hay muchas carnes que se pueden hacer en el horno sin complicarnos demasiado la vida.
El ejemplo más famoso es el del pollo asado, del que puedes hacer una versión reducida poniendo en una bandeja un par de contramuslos con las especias que más te gusten (ajo en polvo, romero, tomillo, pimienta negra, perejil…), un poco de sal, zumo de medio limón y con el otro medio haz trocitos y ponlo alrededor del pollo. ¡Delicioso!
Otra opción son unas costillas de cerdo al horno, salpimentadas, con un chorrito de aceite de oliva y si quieres con un macerado de ajo y perejil.
TRUCO: Un buen acompañamiento pueden ser unas patatas asadas al horno (y así aprovechas el calor). Aunque también debes saber que las patatas asadas en el microondas dan muy muy buen resultado. Sólo tienes que pincharlas con un tenedor (sin pelar) y ponerlas hasta que se ablanden. Luego las abres, les pones un poco de aceite o mantequilla, ¡y a disfrutar!
Pescados
Pescado al horno: las opciones de pescado al horno son variadas, sencillas y saludables. El pescado a la sal es muy sencillo de preparar y queda realmente jugoso: sólo tienes que comprar sal para hornear, poner una capa de la misma en una bandeja, el pescado encima (entero) y luego enterrarlo con más sal.
Otra forma sencilla de hacer tanto filetes de pescado como pescados enteros es hacer una cama de verduras o patatas en una bandeja, hacerlas un poco y después poner encima el pescado con un chorrito de vino blanco y si quieres perejil. Es un plato completo y muy rico.
O el mítico papillote, que se hace envuelto en papel albal y al que también puedes añadir verduras o por ejemplo unas rodajas de limón.
Al microondas: sorprendente pero efectivo. Es más que socorrido tener un paquete de filetes de merluza congelados. Sacas uno, lo descongelas, le pones un chorro de aceite y al microondas. Si no te pasas de tiempo, queda jugoso y conserva el sabor del pescado. Ideal para cenas y dietas.
TRUCO: otra opción sencilla es recurrir a los filetes de pescado a la plancha. Si no te quieres complicar con el acompañamiento, te bastará con abrir una lata de pimientos asados y aliñarla al gusto.
Te hemos dado algunas ideas de recetas fáciles para que no te compliques la vida en la cocina. Ahora sólo tienes que llevarlas a la práctica y, si te apetece, contarnos qué recetas conoces tú.